NUESTRA HISTORIA...

Historia 

Fecha de fundación: 06 de noviembre de 1860
Nombre del/los fundador (es): José Antonio Bautista Patiño
Herrán contó entre sus primeros pobladores a los amigos que José Antonio Bautista que invitó desde Chinácota para colonizar estos territorios, que para la época solo eran una franja de la Cordillera Oriental no afectada por la condición humana.
Posteriormente creció su población en razón de haberse constituido en una opción de ruta migratoria hacia Venezuela, acentuada en la violencia partidista que ha caracterizado a nuestra nación en toda su historia política, destacándose que este territorio se fue convirtiendo para el migratorio en un sitio estratégico que le permitía huir del conflicto político, acercarse a Venezuela, trabajar tierras fértiles y productivas y no abandonar su patria.
De lados de Iscalá, vereda de Chinácota, llegaron los primeros hombres de hacha y machete a descuajar la selva de las orillas del río Táchira, atraídos por la abundancia de la fauna y la flora, especialmente la quina; este hecho originó la construcción de las primeras rancherías. Fue José Antonio Bautista uno de los jefes de la expedición que se instaló allí, levantando en el sitio que hoy ocupa La Pesa.
Cierta mañana José Antonio salió de cacería con su escopeta, una lanza y la compañía de una perra. En el trayecto de unas tres cuadras había matado varias aves con las cuales iba formando un sartal, de pronto se topó con una piara de váquiros contra la cual disparó rápidamente, acertando al cerdo salvaje que encabezaba la manada; al ver a su abanderado ensangrentado y retorciéndose de dolor aquellas fieras enardecieron y atacaron al cazador con furor tremendo. En tales apuros no halló más salvación que subirse a un tronco mientras la perra distraía a las fieras, apenas había subido ya habían matado la perra y se dedicaron entonces a darle dentelladas al tronco, desde donde enviaba uno que otro lanzazo sobre el espinazo de los váquiros, hasta que la lanza se desencubó; el tronco amenazaba caerse, pues las fuertes mandíbulas de los animales empezaban a destrozarlo.
Paralizado por el pánico y ante la inminente caída del tronco, Bautista invocó confiado la ayuda del gran taumaturgo San Antonio de Padua, ofreciéndole levantar una capilla en aquel lugar sí lo libraba del percance. En ese mismo instante apareció un tigre, depredador natural de los váquiros, los cuales atropelladamente se dieron a la fuga, dejando tendido en el lugar al jefe de la manada, el felino se retiró sin molestar para nada al cazador, quien se percató de su presencia cuando se disponía regresar a su ranchería.
Con el correr de los días, José Antonio construyó en el mismo lugar de la primera ranchería, una casa de tapia y teja que denominó “La Ramada”, a unas dos cuadras de la población y a unas tres de la capilla de la promesa; la gratitud de Bautista se manifiesta, iniciando la construcción del templo al santo de su devoción. La fundación pues, del actual Herrán, quedaba hecha por José Antonio Bautista, quien escogió el sitio para la casa cural, el cementerio y diez cuadras más de terrenos para donar a los vecinos que allí quisieran establecerse, Herrán contó entre sus primeros pobladores a los amigos de José Antonio Bautista.
La localidad se inició entonces, por el año de 1860 y fue tomando auge por la feracidad de sus tierras, creciendo posteriormente su población, pues el sitio se constituyó en una opción de ruta migratoria a Venezuela, acentuada en la violencia partidista que ha caracterizado nuestra nación en toda su historia política, destacándose que este territorio se fue convirtiendo para el emigrante en un sito estratégico que le permitió huir del conflicto, acercarse a Venezuela, trabajar tierras fértiles y productivas sin tener que abandonar su patria.
En un principio la población tomo el nombre de corregimiento de Mundo Nuevo, perteneciente primero a la municipalidad de Villa del Rosario y posteriormente al municipio de Planadas – hoy Ragonvalia- adquirió su categoría municipal en virtud a la promulgación de la Ordenanza No. 012 del 1º de mayo de 1911, acto administrativo que además le dio su actual denominación en honor al general Pedro Alcántara Herrán y Zalduar, presidente de la República de 1841 a 1845.